San la Muerte es un santo de origen guaraní no reconocido oficialmente por la iglesia católica, también llamado Señor de la Buena Muerte y Señor La Muerte. Se lo representa como un esqueleto de pie, con una guadaña en la mano. Este santo centraliza el poder de todos los muertos. Se lo conmemora el Viernes Santo y el Día de Todos los Muertos. Se le puede pedir lo que sea, pero especialmente escucha los ruegos sobre amores, trabajo, hallar cosas perdidas. Asimismo es capaz de destruir al enemigo de quien lo invoca.
Cuál es su origen
Es una entidad venerada en el Paraguay y cuya influencia se ha extendido al noreste de Argentina, principalmente en la provincia de Corrientes y en menor medida en Misiones,Chaco, Formosa y, al sur de Brasil (Paraná, Santa Catarina, Rio Grande do Sul), desde 1960 . Debido a las migraciones internas el culto se ha extendido a ciertas zonas de la provincia argentina de Santa Fe y tambien a Buenos Aires.
Su origen se encuentra en la religión guaranítica. Algunas naciones veneraban los huesos de los antepasados a quienes pedían protección contra los fenómenos naturales y las fuerzas espirituales malignas. (Otras temían el contacto con los restos humanos y los evitaban) En tiempos de las Misiones jesuíticas guaraníes, la creencia se mezcló con elementos de la fe católica. Aparece después de la expulsión de los jesuitas de sus misiones en el noreste de la Argentina y Paraguay en 1767. Este culto se habría originado con el retorno de los indígenas, sobre todo los de la tribu Guaraní, a su hábitat de la selva, a sus antiguas creencias con un proceso de catequización que quedo incompleto.
Imágenes
Su imagen es una pequeña talla en madera o hueso de la figura de un esqueleto incrustada en alguna parte del cuerpo puede proteger a quien la lleva de las balas y las puñaladas. Es la creencia de los devotos de San La Muerte, un culto que crece junto a la devoción al Gauchito Gil.
Según dicen, al policía que debía asesinar al correntino Mamerto Antonio Gil Núñez -acusado de desertar de las fuerzas de seguridad de fines del siglo XIX- le costó mucho trabajo hacerlo. “Porque estaba protegido por San La Muerte; tenía una imagen suya metida en el cuerpo”, dicen quienes hacen promesas a uno u otro “santo pagano”.
Las imágenes de tamaño pequeño realizadas generalmente en madera, se constituyen como amuletos o payés.
El payé era el nombre con que se conocía al medico sacerdote y mago de las tribus guaraníes, luego se extendió a las curaciones realizadas por este o con la intervención de algún santo popular, o al final, el amuleto que otorgaba protección contra los males.
La imagen de San La Muerte también se suele moldear en plomo y aunque menos frecuente, tallar en hueso.
El plomo debe ser de la bala que haya ultimado a alguien, extraída a punta de facón (cuchillo) y derretida para dar forma al santo. Pero la mayor protección se logra con un pequeño San La Muerte tallado en hueso humano, preferentemente el de una falange de la mano de un niño.
La influencia milagrosa del santo solo es efectiva si su imagen esta bendecida, y lograrlo no es sencillo dado que el encargado de impartir esta bendición debe ser sacerdote. Dado que los curas no quieren hacerlo, los fieles llevan su imagen escondida entre un ramo de flores o estampitas de otros santos católicos y la descubren en el momento en que el cura imparte la bendición.
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